18/6/19

Mi única heroína en este lío - Brenda Wainstein

Era común que te vieran corretear por ahí, saltando de silla en silla o de mesa en mesa,
te daba igual, vos sabías ir de a allí para allá, esa eras vos. Igual que ahora, salvo que
ahora vas de cama en cama y de trabajo en trabajo porque si no estás de acuerdo con lo
que pasa o con el sueldo, o si sólo se te canta te mandás a mudar. Y lo bien que hacés,
Melisa, en la familia todo el mundo habla y habla pero siempre fuiste mi única heroína.
Como cuando le gritaste al amigo del tío Salvador que te dejara de mirar las tetas, y
todos se te fueron más al humo a vos que al pelotudo ese. Pero vos inmaculada, le
sostuviste la mirada como no vi a nadie hacerlo y varios no te lo perdonaron nunca más,
como si el asado lo hubieras escupido vos, Melisa.
Me acuerdo cuando en pleno cumpleaños del abuelo Bartolo te preguntaron delante de
la familia para cuándo hijos y vos estoica, dijiste no. No. Pero ¿no, no qué? Te
preguntaban los muy sádicos y dijiste que no ibas a hablar sobre eso y siguieron
insistiendo y te hinchaste tanto las pelotas que dijiste que no podías tener hijos, te
inventaste una enfermedad y se armó un quilombo bárbaro. Yo era chica pero lo
suficientemente grande como para saber que quería ser como vos en esta vida, sólo
como vos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mi única heroína en este lío - Brenda Wainstein

Era común que te vieran corretear por ahí, saltando de silla en silla o de mesa en mesa, te daba igual, vos sabías ir de a allí para allá, ...